Las campañas con influencers se ha convertido en un imprescindible para las marcas. Las empresas están a la caza de la persona influyente perfecta para sus estrategias. En 2020, se invirtieron 75,6 millones de euros en publicidad con influencers, según el ‘Estudio de la Inversión Publicitaria en España 2021’ publicado por InfoAdex.

No obstante, contar con un influencer para nuestra publicidad no tiene por qué reportarnos beneficios sí o sí. Como cualquier tipo de iniciativa, se vuelve imprescindible cuidar ciertos aspectos que contribuyen al éxito. Para rentabilizar esta inversión, las firmas deben asegurarse de que la promoción de los productos se hace de manera correcta y que se realizan las publicaciones a tiempo y según lo acordado.

1. Tenemos que elegir al influencer idóneo para la campaña

De primeras, podemos tender a elegir a un influencer con un número elevado de seguidores y de renombre. Sin embargo, en este punto es muy necesario que nos fijemos bien en que la persona que seleccionamos puede lograr una conexión con el público objetivo al que está dirigido nuestro negocio.

Tenemos que tener muy en cuenta que sus followers nos interesen, puesto que de ello dependerá el alcance de nuestra acción. Para esto, es recomendable realizar un ejercicio de observación y asegurarnos de que el estilo de vida del mismo va acorde con los mensajes que quiere transmitir la empresa.

Por ejemplo, si tenemos una marca de productos veganos, es preferible elegir a un influencer vegano. No solamente vale lo que aparece en la publicidad, sino que debe resultar creíble para los usuarios para que estos confíen y se atrevan a comprar.

2. Evitar el «fraude de los influencers»

Hay perfiles que tienen un alto porcentaje de bots entre sus seguidores. Esto significa que realmente no tiene influencia ni engagement, por lo que no será la persona más apropiada.

Para evitar vernos en esta situación, podemos analizar su audiencia, la relación entre la cantidad de followers y los «me gusta», el tipo de comentarios de sus publicaciones e incluso su ubicación.

3. Dotar de libertad al influencer para que diseñe el mensaje

Los usuarios agradecen la naturalidad y la autenticidad. Esto implica que las publicaciones deberían ser naturales, puesto que si el público nota que es una promoción no empatizará con el producto ni con la firma.

En cualquier caso, también es recomendable dar libertad al creador de contenido para que este le dé su toque personal al mensaje, ya que se está dirigiendo a su audiencia. Eso sí, siempre que se haya acordado antes qué tipo de contenido hacer y cuándo.

4. Dar continuidad a la relación con la persona influyente

Por más que sea una relación profesional, la marca debe seguir interactuando con el influencer. Un «me gusta» o un comentario en su publicación generará confianza entre su público, que se dará cuenta de que hay conexión entre la marca y el creador del contenido, lo que se traducirá un impacto positivo en la campaña.

5. Medir los resultados de las campañas con influencers

Cada vez que se hace una acción hay que medir los resultados. Si no, no sabremos si ha funcionado y qué puntos debemos cambiar para optimizar nuestras acciones. Establecer indicadores clave de rendimiento ayudará a realizar los ajustes necesarios en próximas iniciativas, así como determinar si la campaña con el influencer fue rentable y si vale la pena volver a repetir la colaboración en el futuro.

Fuente: Marketing Directo